DISFEMIA O TARTAMUDEZ EN LOS NIÑOS
La tartamudez o Disfemia se caracteriza por disfluencias consistentes en repeticiones y prolongados sonidos verbales, se hace difícil iniciar una frase, aunque el niño sepa lo que quiere decir; existe una tensión la cual va unida a la aparición de ansiedad y frustración , por lo que el pequeño deja de hablar.
La tartamudez se inicia típicamente en la edad preescolar, alrededor de los 3 años de edad, se cree que en la mayor parte de los casos no existe un motivo desencadenante, pero hay que tener presente que en la actualidad, los estudios indican que siempre hay una razón que impacta en la emocionalidad del niño y repercute en su expresión oral.
RECONOCIENDO algunos de los signos de alarma.
- Repeticiones de sonidos: “a…a…a…a…ahí”.
- Repeticiones de sílabas: “pa…pa…pa…pa…papá”.
- Más de dos repeticiones de palabras cortas: “pero…pero…pero…pero…dímelo”.
- Alargamiento: “eeeeeeeeeeeel perro”.
- Partir palabras: “Dame el co…che”.
- Bloqueos, interrupción del flujo del aire, esfuerzo y tensión al hablar.
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- Repeticiones de sonidos: “a…a…a…a…ahí”.
- Repeticiones de sílabas: “pa…pa…pa…pa…papá”.
- Más de dos repeticiones de palabras cortas: “pero…pero…pero…pero…dímelo”.
- Alargamiento: “eeeeeeeeeeeel perro”.
- Partir palabras: “Dame el co…che”.
- Bloqueos, interrupción del flujo del aire, esfuerzo y tensión al hablar.
EL DIAGNÓSTICO
El diagnóstico debe estar a cargo de un profesional de salud capacitado en la evaluación y tratamiento de niños y adultos con trastornos del habla y del lenguaje (logopeda). Igualmente se debe tener una sesión psicológica para descartar situaciones que están desencadenando el trastorno en el niño.
LOS PADRES
Los padres deben saber que su participación en la práctica de comunicación en el hogar es fundamental para ayudar a los niños a afrontar la tartamudez, en especial porque existen técnicas. Apóyate siempre con un profesional y permite que tus niños HABLEN Y HABLEN BIEN.
